Curación de depresión y ansiedad con la medicina natural y homeopática
Puerto Rico tiene una de las más altas tasas de enfermedades mentales en el mundo. Entre ellas las más comunes son la depresión y la ansiedad.
A continuación un testimonio de una paciente de 44 años con historial médico de depresión y ansiedad agudizado por un trauma emocional mientras estaba hospitalizada. Este fue curado por la medicina natural y homeopática.
Había estado largas semanas en el hospital, y ya sabía que no sería fácil restablecer mi vida donde la dejé. La pulmonía y el uso de un ventilador mecánico me dejo con dificultad para caminar, uso de una máquina de oxígeno y el terror de no recuperar la voz. Y a tal cuadro sumarle la ausencia de ingresos económicos por varios meses la posible pérdida de la vivienda y mi amada Ambar, esa dulce pitbull que provoca mi risa!
Enfrentarse a estos cambios exigía un estado emocional estable, pero no estaba ahí. Me sentía disociada, un pánico desproporcionado, deprimida, ansiosa. ¡Cuando me miraba no era yo! ¿Cómo recuperar mi vida en tal estado? Estuve un tiempo en tratamiento psiquiátrico y psicológico, pero fue muy poco lo que mejoré.
Es así como pienso en la homeopatía y en Efraín. Decido llamarle. Me recibe y luego de la larga y extensa entrevista acordamos el remedio.
De regreso a casa me tomo la primera dosis. ¡Guao!!! No había pasado media hora y siento como esa parte de mí, allá adentro, está de regreso. Un día, dos, tres y esa recuperación de mi está ahí y en franca recuperación.
Mi paz, mi fuerza, y mi YO, regresaron gracias a unas simples “bolitas blancas” (medicamentos homeopáticos). ¡Las bendigo!!! y extiendo esa bendición a Efraín. Un médico comprometido con el bienestar de sus pacientes y con la información médica correcta y precisa para realizar tan excelente diagnóstico y tratamiento.
Han pasado seis meses y todo el cuadro físico ya ha mejorado, “de lo vivo a lo pintao". He reiniciado mi trabajo, tengo hogar nuevo, y Ambar está de regreso llena de su energía y chulerias, las cuales me colman de risa y alegría. Risa y alegría que ese tubo que llenaba mis pulmones de oxigeno no me arrebatará jamás.
SR
San Juan, PR