Tal vez esté sufriendo de un algún tormento emocional, o un estrés severo, que se refleje en alguna condición física de salud. Para ello, ha pensado cual de las prácticas de la meditación sería la mejor opción para calmar la ansiedad, la tensión y alguna enfermedad física. El yoga puede ser su solución.
El yoga (del sánscrito ioga) se refiere a una práctica física-mental ancestral (siglo III a. C.) originada en la India. Esta se asocia con prácticas de meditación del hinduismo, el budismo y el jainismo. Sus ejercicios y estudio como forma de mejorar la salud ha sido adoptada por los proponentes de la medicina naturopática, naturopatía o medicina alternativa.
Si bien el yoga no nos resolverá asuntos personales o percepciones de la vida que nos pueden estar causando la ansiedad y el estrés, este nos permite calmar la ansiedad y la desesperación, de manera que podamos buscar ayuda y consejería psicológica.
Fisiológicamente se ha encontrado que el yoga mejora el ritmo cardiaco y aumenta los niveles de GABA en un 27%. El GABA es una sustancia química endógena en nuestro sistema nervioso central que desempeña un papel en la regulación de la excitabilidad de todo el sistema nervioso. En los seres humanos, el GABA también es directamente responsable de la regulación de tono muscular, que a su vez está relacionado a las tensiones y espasmos musculares.
Psicológica y emocionalmente un estudio realizado en la Universidad de Würzburg, Alemania, encontró que las personas que practicaban yoga tenían mejores parámetros de felicidad y tranquilidad que los que no la practicaban. Por ejemplo, la investigación concluyó que en el inventario de personalidad el grupo de yoga mostró mayores puntuaciones en la satisfacción con la vida y obtuvo bajas puntuaciones en la excitabilidad, la agresividad, la apertura, la emotividad y las quejas somáticas. También, se observaron diferencias significativas relativas a lidiar con el estrés y el estado de ánimo, el buen humor, y la extroversión.
El yoga generalmente se considera seguro en personas sanas cuando se práctica adecuadamente Sin embargo, las personas con presión arterial alta, glaucoma, o ciática, epilepsia, condiciones óseas estructurales o mecánicas y las mujeres embarazadas deben modificar o evitar algunas posturas del yoga.
Enfermedades mentales-emocionales a las que el yoga puede beneficiar:
- Depresión
- Estrés
- Ansiedad
- Esquizofrenia
- Bienestar general
Enfermedades físicas a las que el yoga puede beneficiar:
- Síntomas de menopausia
- Dolores de espalda
- Migrañas
- Diabetes
- Hipertensión
- Problemas con el embarazo
- Calidad de vida en pacientes con cáncer
- Asma
- Rehabilitación neurológica
El Centro de Medicina Alternativa y Complementaria (NCCAM por sus iniciales en Inglés) ha publicado un video que destaca el trabajo de los investigadores, George Salem, Ph.D. de la Universidad del Sur de California y Karen Sherman, Ph.D., MPH, del Group Health Research Institute en Seattle. El vídeo ofrece información sobre los efectos potenciales de la práctica del yoga en la salud, así como información de seguridad.
Foto por TheBoth
Referencias:
1. Schell FJ, Allolio B, Schonecke OW. International Journal of Psychosomatics : Official Publication of the International Psychosomatics Institute [1994, 41(1-4):46-52]
2. Uebelacker LA, Epstein-Lubow G, Gaudiano BA, et al. Hatha yoga for depression: a critical review of the evidence for efficacy, plausible mechanisms of action, and directions for future research. Journal of Psychiatric Practice. 2010; 16(1):22–33.
3. Kiecolt-Glaser JK, Christian L, Preston H, et al. Stress, inflammation, and yoga practice. Psychosomatic Medicine. 2010;72(2):113–121.
4. Kirkwood G, Rampes H, et al. Yoga for anxiety: a systematic review of the research evidence. Br J Sports Med. 2005 Dec;39(12):884-91.
5. G. Duraiswamy, J. Thirthalli, H. R, et al. Yoga therapy as an add-on treatment in the management of patients with schizophrenia – a randomized controlled trial. Acta Psychiatrica Scandinavica, Volume 116, Issue 3, pages 226–232, September 2007.
6. Oken BS, Zajdel D, Kishiyama S, et al. Randomized, controlled, six-month trial of yoga in healthy seniors: effects on cognition and quality of life. Alternative Therapies in Health and Medicine. 2006;12(1):40–47.
7. Anette Kjellgren, Sven Å Bood, et al. Wellness through a comprehensive Yogic breathing program – A controlled pilot trial. BMC Complementary and Alternative Medicine 2007, 7:43doi:10.1186/1472-6882-7-43.
8. Beth E. Cohen, Alka M. Kanaya, et al. Feasibility and acceptability of restorative yoga for treatment of hot flushes: A pilot trial. Maturitas, Volume 56, Issue 2 , Pages 198-204, 20 February 2007.
9. Tilbrook HE, Cox H, Hewitt CE, et al. Yoga for chronic low back pain: a randomized trial. Annals of Internal Medicine. 2011;155(9):569–578.
10. John PJ, Sharma N, et al. Effectiveness of yoga therapy in the treatment of migraine without aura: a randomized controlled trial. Headache. 2007 May;47(5):654-61.
11. Kim E. Innes and Heather K. Vincent.The Influence of Yoga-Based Programs on Risk Profiles in Adults with Type 2 Diabetes Mellitus: A Systematic Review. Evid Based Complement Alternat Med. 2007 December; 4(4): 469–486. Published online 2006 December 11. doi: 10.1093/ecam/nel103
12. McCaffrey R, Ruknui P, Hatthakit U, Kasetsomboon P. The effects of yoga on hypertensive persons in Thailand. Holist Nurs Pract. 2005 Jul-Aug;19(4):173-80.
13. Narendran S, Nagarathna R, et al. Efficacy of yoga on pregnancy outcome. J Altern Complement Med. 2005 Apr;11(2):237-44.
14. Bower JE, Woolery A, Sternlieb B, et al. Yoga for cancer patients and survivors. Cancer Control. 2005;12(3):165–171.
15. Bidwell AJ, Yazel B, Davin D, et al. Yoga Training Improves Quality of Life in Women with Asthma. J Altern Complement Med. 2012 Jul 9.
16. Schmid AA, Puymbroeck MV, Altenburger PA, et al. Poststroke Balance Improves With Yoga – A Pilot Study. Stroke. Published online July 27 2012.
