La leche, las enfermedades respiratorias y la flema
Parte de los mitos que se promueven con poco fundamento científico es que la leche no debe tomarse con algunas enfermedades respiratorias (asma, bronquitis crónica, sinusitis, catarro común) porque esta aumenta la producción de mucosidad nasal y pulmonar, agravando la congestión nasal, la tos y la flema. Hay instancias en que hasta un 30% de la población tiene tal creencia.
Veamos los hechos:
Muchas personas, especialmente los niños, son alérgicos a los lácteos (leche, quesos, mantequilla, margarina). A estos pacientes el mero hecho de ingerir una pequeña cantidad de algún alimento con lácteos presentará estornudos, congestión nasal, picor en la nariz o el cuerpo. Esta conexión entre el sistema respiratorio y las alergias a lácteos es lo que mantiene a muchas personas confundidas y promueven mitos que no necesariamente redundan en más salud.
La realidad de los estudios médicos es que la relación directa entre síntomas respiratorios y consumo de leche es contraria a la creencia popular. Un estudio realizado en el Hospital Adelaide en Australia no encontró objetivamente (se midió la cantidad de mucosidad producida al ingerir leche) un aumento en las secreciones nasales, ni la tos de pacientes que sufrían de catarro común. Interesantemente, los pacientes en este estudio pensaban que la leche aumentaba la producción de mucosa nasal y la flema.
El hecho de que a algunas personas, los síntomas de respiratorios aumenten, porque son alérgicos a lácteos no tiene que ser igual para todo el mundo. Hay que referirse a los resultados de investigaciones clínicas para desmitificar la medicina naturopática y natural.
Referencias:Arney WK, Pinnock CB: The milk mucus belief: sensations associated with the belief and characteristics of believers. Appetite 20:53–60, 1993.Bus AEM, Worsley A: Consumers’ health perceptions of three types of milk: a survey in Australia. Appetite 40:93–100, 2003.Pinnock CB, Graham NM, et al. Relationship between milk intake and mucus production in adult volunteers challenged with rhinovirus-2. Am Rev Respir Dis. 1990 Feb;141(2):352-6.